Juan Berthier tiene seis años cuando la Vrgen María aparece a los pastorcitos Maximino y Melania en La Salette, el 198 de septiembre de 1846. María finaliza su mensaje diciéndole a los niños: "¡Comuníquenlo a todo mi pueblo!"

A lo largo de treinta años de trabajo, Berthier descubre la enorme falta de misioneros y recuerda las palabras de Jesús: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos" (Lucas 10.2) y aquellas de María:  "¡Comuníquenlo a todo mi pueblo!" Piensa, entonces, en muchos jóvenes que, a causa de su edad o de su pobreza, no son admitidos en los seminarios de aquel tiempo y se quedan sin realizar su vocación misionera.

A los pies de María en La Salette, Berthier madura lentamente un nuevo proyecto misionero que se hará realidad el 27 de septiembre de 1895: la fundación de la Congregación de los Misioneros de la Sagrada Familia.