El 19 de Setiembre de 1846, en La Salette, un pueblo al pie de los alpes Franceses, se aparece la virgen María a dos pastorcitos: Maximinio y Melania.
el 18 de Setiembre, Maximinio con 11 años,  está cuidando las vacas para su patrón, es así que se conoce con Melania de 15 años, que realizaba la misma tarea, para otra persona del lugar, y quedan en común acuerdo, de encontrarse  al dia siguiente para seguir jugando.
Era Domingo, el 19 de setiembre de 1846, cuando los niños jugaban mientras las vacas pasteaban, luego, Melania se retira hacia una vertiente, y ve de pronto una luz resplandeciente, "mas que la de el sol"  de la otra orilla, ella llama al niño, que estaba mas atrás, y se acerca. De repente, oyen el llanto de una mujer, que ven sentada sobre una roca, con los codos en las rodillas y tapándose la cara con las manos. La niña, llena de temor, larga al suelo el bastón que tenía  en la mano. Maximinio, lo levanta con intención de defenderse, es ahí, que la "Bella Señora" (como la llamarán ellos) les habla en francés, y les dice: "no tengan miedo, acérquense".  Mientras la Santísima virgen habla, ellos notan que las lágrimas  que mojan el rostro, al llegar al vestido se transforman en perlas, que desaparecen al caer al suelo. También les recuerda que sufre mucho por el pecado de su pueblo, que hace que la cruz de su hijo sea cada vez mas pesada. Ellos no entienden, porque sólo hablaban el "Patois" (patuá), un dialecto de la región, María lo percibe, y comienza a hablarles en su dialecto. "  hijos míos, ¿hacen bien sus oraciones?,  Oh!, no Señora, muy poco ! " -  así  respondieron sinceramente los niños-  " deben rezar todos los Días, y cuando estén muy cansados, al menos un Padre Nuestro y un Ave María.   Si pueden Rezar mas, mejor." - Y continuó diciéndoles:  "la gente está  cada vez mas descreída y no santifican el dia Domingo.  Comen carne el viernes Santo y  concurren a la Iglesia para luego burlarse de ella. Si la situación no cambia, todo empeorará, y no quisiera que el brazo de mi hijo caiga sobre mi pueblo. El trigo se pudrirá, no habrá papas para la proxima cosecha,  y abundará la hambruna en la región. El año pasado han sufrido enfermedades, y ustedes no hacen caso a los mandatos de Dios. Anuncien esto a todo mi pueblo, deben convertirse".
La aparicion fué aceptada por la iglesia el 19 de Setiembre de 1851.
El padre juan Berthier, oyó esta historia a los 6 años de edad, transmitida por su abuela.
Impactará al Padre Juan el mensaje de María  "anuncien a todo mi pueblo", lo cual hará decantar en él, el ardor por  el anuncio misionero del evangelio, en especial "a los que están mas lejos"    (Hch. 2, 39)
Ntra. Sra. de la Salette, es la patrona de nuestra Congregación.