Concretar la fundación de la Obra para las vocaciones tardías, no fué fácil. ¡ Cuántas entrevistas, charlas, viajes, debe realizar antes el P. Berthier! Incluso viaja a Roma para presentar su proyecto al Papa Leon XIII, quien lo aprueba con entusiasmo.
Compra entonces un viejo y abandonado cuartel militar en la ciudad de Grave, Holanda.
Allí reune a los primeros jóvenes que desean ser misioneros viviendo pobre y sencillamente, como la Sagrada Familia en Nazaret, donde creció Jesús, el Misionero del Padre.
Durante 13 años el P. Berthier anima la vida de esa comunidad religiosa, contagiándole su fervor misionero y sus dos grandes amores: la Virgen de La Salette y la Sagrada Familia. Muere santamente en Grave el 16 de octubre de 1908, a los 68 años.